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Asociación Costarricense de Terapia Asistida por Mascotas

UNA SONRISA DETRÁS DEL CRISTAL.

UNA SONRISA DETRÁS DEL CRISTAL.

 

 Hola compañeros.

 

Este 14 de junio del año en curso participé con el grupo de voluntarios de Acoteama en la visita al hogar del adulto mayo Carlos Maria Ulloa, con mi perro labrador dorado llamado Chester de 5 años de edad.

 

La visita que hicimos fue bastante fructífera ya que logramos hacer contacto con muchas personas que se encontraban en el hogar: pacientes, visitas, personal administrativo y estudiantes. 

 

Chester atendió los trucos que practicamos como apañar la bola en el aire y traerla para recibir su premio; echarse en el suelo, girar sobre su propio cuerpo y levantarse, así como quedarse quieto a la par del paciente.  Eso hizo reír a muchos de los adultos mayores con los que compartimos. 

 

Un adulto mayor se nos acerco para que pasáramos a una habitación a visitar a otro señor que se encontraba en su silla de ruedas.  Ahí Chester se dejo acariciar y fue la atención por un buen rato de estas personas.

 

Después volvimos al pasillo, buscando mas personas para compartir con ellas la visita.  Chester volvió a realizar los trucos y entretuvo a la gente que ahí se encontraba.

 

Visitamos a doña Rosa, una paciente del hogar que disfruta mucho la presencia de Chester.

 

Seguimos en el pasadizo principal donde nos encontramos con unas jóvenes del Santa Paula, y ellas aprovechando la presencia de Chester, hicieron que una señora extranjera acariciara a Chester e hiciera terapia con él.  Mientras esto sucedía yo le explicaba a las jóvenes sobre Acoteama y lo que hacíamos en aquel Hogar.

 

Cuando ya estaba a punto de dar por terminada nuestra visita, observé a una dama adulta mayor, muy tierna, que puede rondar los noventa años de edad, y que miraba hacia el infinito a través del cristal de una vieja ventana.  Inmediatamente cogí a Chester, que es un perro grande y subí  sus patas delanteras para que se acercara a la ventana donde estaba la dama. 

 

No se pueden imagina la reacción de esta dama cuando observo Chester.  Fue como si un rayo de energia hubiera sacudido todo su cuerpo;  su rostro se ilumino y en su cara se esbozó una hermosa sonrisa que casi hace brotar en mi unas lagrimas.  Chester se me cansó, lo deje descansar unos segundos y volví a levantarlo y ahí estaba dibujada de nuevo en el rostro de esa linda dama de ojos azules, una gran sonrisa; aquel rostro triste se lleno de una mágica alegría.   

 

Gracias Acoteama, por haberme dado la oportunidad de formar parte de este grupo de voluntarios que hoy visitó dicho hogar, y permitirme  vivir junto a mi mascota Chester ese mágico momento, la sonrisa de esta dama, de tez blanca y ojos azules a través de un gastado cristal.  

Voluntario:  Federico

 

2 comentarios

Grettel -

Cierro mis ojos y trato de imaginar ese momento mágico que capturó del tiempo, es precisamente esa sensación que no sé explicar con palabras, lo que sentimos después de realizar una visita. Debemos tener presentes las palabras de Jesús, cuando Él mismo dijo: “hay más felicidad en dar que en recibir”. Hechos 20:35

Cristina -

Definitivamente la terapia no es solo para aquellos a quienes visitan sino para los miembros de ACOTEAMA. Gracias por tan linda historia.